Crónica de Joaquín Sevilla originariamente publicada en Ciencia en el Bar
Nos reunimos unas 25 personas. Comenzó Javier con una explicación del despertar de Rosetta, la razón del nombre, los años de vagabundeo por el sistema solar para poder acabar acercándose a un comenta. Esta última fase es la que ha comenzado tras despertar de su hibernación. Aún quedan meses para lo mejor, estaremos atentos.
Continuó Gonzalo, nuestro conferenciante invitado, con una interesante presentación sobre la nanociencia en general y la nanoquímica en particualar. Un repaso tan profundo como ameno, muy interesante. Si nos pasa las transparencias (que se nos olvidó pedírselas) las pondremos por aquí.
Seguimos con el experimento tabernario. Con la excusa del año internacional de la critalografía hicimos un experimento muy sencillo, colocar un CD en un soporte y mostrar sobre la pared el reflejo de un puntero laser incidiendo sobre él; bueno, de uno rojo y uno verde en realidad. El CD hace las veces de cristal, es como si fuera un cristal de filamentos metálicos (más bien es una espiral de aluminio grabada en el plástico).
Encontramos en la red (concretamente aquí) la fotografía adjunta. Para hacerla le han quitado el aluminio al plástico del CD, y muestran la imagen de difracción de la luz que atraviesa la «red de difracción». Parece que por transmisión se entiende mejor lo que ocurre, la luz que pasa por cada rendija se abre un poco, de forma que el haz que pasa por cada una de las ranuras interfiere con las de los lados. Esa interferencia produce puntos brillantes en los puntos en los que la coincide en máximos la luz que atraviesa cada rendija.Este fenómeno se visualiza mejor si disminuimos a dos el número de rendijas, y si vemos las ondas como frentes de onda completos, en vez de como rayos, como se muestra en la animación.
Los puntos brillantes que se ven en el reflejo del laser corresponden a las posiciones en que la interferencia es constructiva. Hay una fórmula sencilla que relaciona la separación entre puntos en la pantalla, la distancia entre rejillas y la separación entre el CD y la pantalla, pero eso es demasiado para el bar. Un par de sitios interesantes para entrar en detalles serían este (de donde procede la animación), este (de donde procede la imagen del CD transparente) o este otro.En cualquier caso, el experimento nos sirve de ejemplo «tabernario» de como se investigan los cristales con luz y se puede averiguar su estructura. Quizá el ejemplo más bonito de uso de difracción para analizar estructuras cristalinas es el de la difracción de rayos x por parte de ADN cristalizado. Una foto que hizo Roslin Franklin, aunque el mérito (y el Nobel) se lo llevaron sus colaboradores y jefes, poco respetuosos con la autoría real del tema (un poco más sobre el tema aquí).
Concluimos con la recomendación literaria preceptiva, que en este caso correspondió a la obre de reciente publicación «El diseño inteligente ¡Vaya timo!», de la colección «Vaya Timo» de la editorial Laetoli, y del que es autor Ismael Pérez Fernandes (@Hominidos). No se trata de una crítica fácil de ese invento denominado «diseño inteligente», sino un análisis bastante profundo (si perder amenidad por ello) de lo innecesario de postular una inteligencia creadora detrás de la cosmología actual, con todas sus materias y energías oscuras. Algunos detalles más aquí (por el propio autor) o aquí.
Y con esto concluimos una edición más de Los Jueves de la Ciencia, agradable y entretenida. En cuanto fijemos detalles anunciaremos el siguiente, de momento sabemos… que será en febrero 😉
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